lunes, 7 de noviembre de 2016

Siete sie(n)tes

Creo en las coincidencias,
y en que el destino está formado por
un número infinito de futuros.
Creo que nuestros labios se conocieron un siete
porque el seis ya estaba gastado.
Por eso hoy es un día especial,
porque llevamos siete sie(n)tes
persiguiendo coincidencias.

Como que tu cumpleaños es un siete de verano,
y en verano son siete las paradas que nos separan.
Siete, las maravillas de mundo que intentan parecerse un poco a ti.
Coincidencia que el siete de abril de hace un año escribiera un poema
para nadie
pero sobre ti.
Son sietes, siempre, los que vemos por la calle;
siete "siempres" los que nos prometemos cada día.
Tengo siete días por semana para enamorarte,
y siempre acabo siendo yo la que se vuelve loca por besarte.
Son siete notas musicales,
tus siete amigas esenciales
que te acompañan cada vez que acaricias la guitarra 
sólo para mí.
El arco iris está formado por siete colores,
y siete son los sabios de Grecia que adivinaron nuestra luna de miel.
Siempre se buscan las siete diferencias,
pero no hay manera de encontrarlas en nosotras.
Casualidad que para los chinos el siete sea el número de la suerte.
Casualidad, digo, porque aunque tú no seas mi china, e
res mi suerte.

No me importa que no creas en las coincidencias como lo hago yo;
simplemente estoy aquí, hoy
"siete de noviembre"
escribiéndote.
Porque lo más bonito que existe 
no son nuestras extrañas coincidencias,
sino el haber coincidido en esta vida contigo.


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