Si me hicieran esta pregunta
hace ocho meses,
mi respuesta sería:
<<El amor es de mentira,
el amor engaña.
Te hace pensar que lo tienes todo
y sin embargo,
no tienes ni la mitad de nada>>
Da pena,
lo sé.
Pero qué infeliz sé es
buscando una felicidad de farsa.
Si me hicieran esta pregunta ahora
después de ocho meses,
sería algo así como:
<<El amor todo lo puede,
todo lo gana.
No iba en busca de cuentos de hadas,
pero qué casualidad
que cuanto menos pienso en la felicidad,
más fácil es para ella encontrarme>>
Qué envidia,
diréis.
Envidia de ella,
que desde el primer día
ha conseguido ser
la reina de todos mis bailes.
La que da sentido
a cada una de estas palabras,
y la que me borra todos los sentidos
cuando me mira, sin palabras.
No supe a lo que me enfrentaba.
¿Enamorada?
Hasta las trancas.
Y si no te crees esto del amor,
díselo "a mi yo de ayer"
que te contestará:
<<Nada es imposible
en este mundo de locos.
Piensas que tu lugar es estar solo,
hasta que llegue ese "ella"
que te haga flotar,
que te dé ganas de vivir
y no de llorar.
Que te prometa que se queda,
y que sí, se queda.
No para dos días
ni para cuatro noches en vela;
sino para una vida entera>>